Elevar la seguridad urbana: Un salto en la protección de los activos públicos esenciales

Resumen

En las zonas urbanas densamente pobladas de América Latina, la introducción de drones no autorizados ha planteado nuevos retos en la protección de infraestructuras críticas y VIP. Este estudio de caso examina cómo un Activo Crítico del Gobierno de América Latina (LACGA) superó estos desafíos mediante la implementación del sistema anti-drones Sentrycs, destacando la transición de los métodos tradicionales de interferencia a una solución sofisticada y segura sin interferencia con las comunicaciones urbanas.

Introducción

En el bullicioso corazón de una gran ciudad latinoamericana, la seguridad de las infraestructuras críticas es primordial, especialmente cuando lo que está en juego es la protección de personalidades y la seguridad de eventos a gran escala. A pesar de las sólidas medidas de seguridad del LACGA, la incipiente amenaza de los drones se cernía sobre el perímetro del recinto y ponía en tela de juicio la seguridad urbana. Tras una minuciosa evaluación de la amenaza de los drones, quedó claro que era acuciante la necesidad de un sistema antidrones seguro que pudiera proteger el espacio aéreo sin crear interferencias con otras señales y sin perturbar la vida de la ciudad.

Desafío

Las limitaciones de la tecnología de interferencia de LACGA se hicieron evidentes al causar importantes interferencias en las comunicaciones, perturbando no sólo las operaciones del emplazamiento, sino también afectando a las áreas metropolitanas circundantes.

En el intrincado entramado del horizonte de la ciudad, las interferencias causaban más problemas de los que resolvían, interrumpían comunicaciones vitales y paralizaban la seguridad. No se trataba solo de un reto de seguridad, sino de integrar soluciones contra UAS que pudieran operar de forma discreta y fluida en el complejo entorno urbano y hacer frente con eficacia a la creciente amenaza de los drones.

El punto de inflexión

La urgencia de una solución más sofisticada se hizo innegable después de que el LACGA comprobara de primera mano las limitaciones de las interferencias convencionales.