Introducción
Las cárceles son como pequeñas ciudades. Lo que ocurre dentro puede afectar al mundo exterior. Uno de los grandes problemas de las prisiones es el contrabando. Este problema no sólo dificulta las cosas dentro de la prisión, sino que también puede crear problemas en el resto de la sociedad, como el tráfico de drogas y la delincuencia.
El contrabando siempre ha sido un problema en las prisiones, pero cada vez es más difícil de controlar gracias a las nuevas tecnologías. Uno de los grandes cambios son los drones. Estas pequeñas máquinas voladoras teledirigidas se utilizan para introducir artículos ilegales en las prisiones. Entre 2015 y 2019, el Departamento de Justicia informó de 130 incidentes con drones en prisiones federalesuna cifra que probablemente no se comunique debido a la falta de una política formal de notificación hasta 2018. Esto dificulta aún más la seguridad de las prisiones.
En este artículo vamos a hablar del contrabando en las cárceles, de cómo se utilizan los drones para introducir objetos de contrabando y de lo que se está haciendo para impedirlo. También hablaremos de Sentrycs, una empresa que trabaja para impedir que los drones introduzcan contrabando en las cárceles.
Métodos tradicionales de entrega del contrabando
A lo largo de la historia, las prisiones se han enfrentado a la ingente tarea de impedir el flujo de contrabando. Los reclusos y sus conexiones fuera de los muros de la prisión han utilizado tácticas ingeniosas para eludir las medidas de seguridad. El contrabando a través de visitantes, correo y funcionarios corruptos ha sido una práctica habitual. Estos métodos han tenido graves consecuencias, como la violencia, la drogadicción y el deterioro del entorno penitenciario. Los métodos tradicionales de lucha contra el contrabando a menudo se han quedado cortos, por lo que se necesitan soluciones innovadoras para hacer frente a los nuevos retos.
Por ejemplo, a pesar de los esfuerzos por frenar el contrabando en las prisiones de Texas, como la aplicación de normas más estrictas sobre el correo y la interrupción de las visitas debido a la pandemia, el problema persistió. Según una investigación de The Texas Tribune y The Marshall ProjectSegún los informes, las drogas siguen siendo frecuentes en estas instalaciones, siendo los miembros del personal la principal fuente. Al parecer, el problema se ha agravado debido a la pandemia, y los funcionarios dejan de cachease en gran medida en la puerta de entrada debido a las medidas de seguridad y a la escasez de personal.
Lista de algunos métodos habituales utilizados para introducir contrabando en las cárceles:
- A través de los visitantes: Los amigos o familiares de los reclusos pueden intentar introducir artículos prohibidos en la prisión durante las horas de visita, ya sea pasándoselos directamente al recluso o escondiéndolos en zonas donde el recluso pueda recuperarlos más tarde.
- A través del correo: Cartas, paquetes u otras formas de correo pueden utilizarse para transportar artículos de contrabando. Los contrabandistas suelen idear métodos creativos para ocultar estos artículos en el contenido aparentemente inocuo del correo.
- Funcionarios corruptos: Los funcionarios de prisiones a veces pueden ser sobornados o coaccionados para que introduzcan artículos de contrabando en la prisión.
- Traslados de reclusos y citas fuera de la prisión: Los reclusos que regresan de comparecencias ante el tribunal, citas médicas u otros eventos fuera de los muros de la prisión pueden intentar traer artículos de contrabando.
- Drones: A medida que avanza la tecnología, el uso de drones para entregar artículos de contrabando por encima de los muros de la prisión se ha convertido en una preocupación importante. Los drones pueden entregar artículos directamente en el patio de la prisión o incluso en ventanas específicas u otros puntos accesibles.
- Lanzamientos: Se trata de un método relativamente poco tecnológico, en el que un cómplice fuera de la prisión lanza un paquete por encima del muro al patio de la prisión, normalmente a una hora y en un lugar preestablecidos.
- Túneles y otros pasadizos secretos: Aunque menos habitual y más arriesgado, se han dado casos de transporte de contrabando a las prisiones a través de túneles subterráneos u otras vías ocultas.
- Programas de excarcelación por trabajo: Los reclusos que participan en programas de excarcelación por motivos laborales, en los que se les permite salir de la prisión para trabajar en la comunidad, pueden intentar introducir contrabando en el centro.
¿Cómo descubren las prisiones el contrabando? He aquí una lista de los distintos métodos utilizados por los centros penitenciarios de todo el mundo:
- Unidades K-9: Los perros especialmente adiestrados, a menudo denominados unidades K-9, se utilizan para detectar drogas y otros tipos de contrabando. Su fuerte sentido del olfato les permite encontrar contrabando oculto que los agentes humanos podrían pasar por alto.
- Detectores de metales: Los detectores de metales son una herramienta básica pero eficaz para descubrir objetos metálicos, como armas o ciertos tipos de parafernalia de drogas.
- Seguridad perimetral: Al vigilar y asegurar los límites exteriores de la prisión, los centros penitenciarios pueden detectar intentos de introducir contrabando a través de lanzaderas, drones u otros métodos.
- Cacheos durante la custodia y al reingreso: Todos los reclusos suelen ser cacheados cuando llegan por primera vez a la prisión y también cuando regresan de eventos externos, para evitar que se introduzca contrabando en el centro.
- Escáneres corporales de rayos X: Estos dispositivos pueden detectar objetos ocultos en el cuerpo de una persona. Esto es especialmente útil para identificar el contrabando que no está hecho de metal y no sería detectado por un detector de metales.
- Tecnología de bloqueo de teléfonos: Esta tecnología se utiliza para impedir el uso de teléfonos móviles de contrabando dentro de la prisión. Al bloquear las llamadas no autorizadas, las prisiones pueden interrumpir la comunicación entre los reclusos y posibles cómplices fuera de la prisión.
- Personal especialmente formado: Algunos miembros del personal penitenciario reciben formación especial para reconocer y responder a los indicios de contrabando. Esto puede incluir el aprendizaje de métodos comunes de contrabando, el reconocimiento de comportamientos asociados con el contrabando y el conocimiento de cómo manejar el contrabando descubierto.
- Controles aleatorios: Los controles periódicos y aleatorios de los efectos personales, las celdas y las zonas comunes de los reclusos pueden ayudar a disuadir y detectar el contrabando.
- Tecnologías antidrones: Con el creciente uso de drones para el contrabando, las prisiones empiezan a emplear tecnologías antidrones capaces de detectar, rastrear y neutralizar drones en su espacio aéreo, e incluso localizar al operador del dron, fuera del perímetro de la prisión.
- Recopilación de información y vigilancia: Las prisiones suelen emplear amplios sistemas de vigilancia, que incluyen cámaras y micrófonos, para controlar el comportamiento de los reclusos y del personal. La información obtenida de estos sistemas, así como de los informantes de la población reclusa, puede ser crucial para identificar los intentos de contrabando.
El auge de la tecnología de drones en el contrabando
"La tecnología es un siervo útil, pero un amo peligroso", dijo el famoso historiador Christian Lous Lange. Esta cita resume perfectamente el auge de la tecnología de los drones en el contrabando. Los drones, equipados con cámaras, sistemas de navegación GPS y compartimentos de carga, se han convertido en las herramientas preferidas de quienes tratan de introducir artículos ilícitos. Esta tendencia emergente ha captado la atención de las autoridades de todo el mundo, que están lidiando con las implicaciones de esta tecnología disruptiva en la seguridad de las prisiones.
En Carolina del Sur, hasta 20 personas han sido detenidas por participar en un plan para entregar contrabando a los presos de la Institución Correccional Lee a través de aviones no tripulados.. Las entregas incluían artículos como caramelos, dinero en efectivo, drogas, teléfonos y armas. El problema del contrabando mediante drones es cada vez más frecuente en las prisiones de Estados Unidos y otros países, por lo que la Oficina de Prisiones de Estados Unidos está buscando públicamente una tecnología que permita detectarlos y detenerlos.
Las autoridades penitenciarias también están luchando contra una invasión aérea de drones que se utilizan para introducir drogas y otros productos de contrabando en las cárceles de Victoria mientras el sistema ha estado bloqueado durante la pandemia de coronavirus. Los lanzamientos aéreos, que contienen paquetes de narcóticos de grado farmacéutico y drogas callejeras como la heroína, han mantenido vivo el mercado de drogas en las cárceles después de que la prohibición de las visitas presenciales durante la pandemia cortara la ruta de suministro más habitual. Desde marzo hasta principios de noviembre (2020), Corrections Victoria recibió 97 informes de incidentes de seguridad procedentes de prisiones sobre vehículos pilotados a distancia, lo que supone un aumento del 246% en comparación con el año anterior a la llegada de la pandemia. Las autoridades penitenciarias fueron sorprendidas mal preparadas para contrarrestar la amenaza de alta tecnología y se han apresurado a instalar equipos de detección de drones en cinco de las prisiones consideradas de mayor riesgo.
Prisiones preparadas para el futuro: El papel de las soluciones antidrón
Para combatir la creciente amenaza que supone la entrega de contrabando mediante drones, la adopción de soluciones antidrones se está convirtiendo en un imperativo. Estas tecnologías aprovechan las capacidades avanzadas de detección y mitigación para neutralizar los drones e impedir su entrada no autorizada en las instalaciones penitenciarias. Las soluciones antidrones pueden utilizar una combinación de sistemas de radar, detección por radiofrecuencia (RF), sensores ópticos y análisis de protocolos para identificar y rastrear drones en tiempo real, así como para localizar al operador. Una vez detectados, estos sistemas pueden emplear contramedidas como la interferencia, la suplantación, la captura y el emparejamiento para neutralizar los drones e impedir la entrega de contrabando.
Con la implantación de soluciones antidrón, las prisiones pueden blindar sus medidas de seguridad frente a la evolución del contrabando. Estas soluciones constituyen una capa de defensa crucial que complementa los protocolos de seguridad tradicionales y refuerza la seguridad general de las prisiones.
Las tecnologías antidrones proporcionan a las prisiones un mayor conocimiento de la situación, lo que permite adoptar medidas proactivas para combatir las amenazas emergentes. Los sistemas de detección y seguimiento de drones en tiempo real alertan al personal de seguridad de posibles actividades de drones, lo que permite respuestas e intervenciones rápidas. También pueden desplegarse en modo autónomo, lo que no requiere la toma de decisiones humanas en tiempo real ni una amplia formación del personal. La recopilación de información sobre los vuelos de drones, incluidas sus trayectorias y pautas, permite a los centros penitenciarios comprender mejor las tácticas empleadas por los contrabandistas, lo que facilita la aplicación de medidas coercitivas específicas.
Soluciones Sentrycs para hacer frente a la entrega de contrabando
Las prisiones son algo más que edificios; son entornos complejos en los que la seguridad es primordial. Sentrycs es una empresa líder en la lucha contra el contrabando de drones. Ha desarrollado un sistema capaz de detectar drones automáticamente, tomar el control de ellos y aterrizarlos de forma segura. Esto impide que los drones transporten contrabando y contribuye a mantener la seguridad en las prisiones.
El sistema Sentrycs está diseñado para funcionar a la perfección, incluso en entornos urbanos densos, sin ninguna interrupción de las comunicaciones. Presume de tener cero falsas alarmas, lo que garantiza que el personal de seguridad pueda centrarse en las amenazas reales sin distraerse con falsos positivos.
Una de las características más destacadas del sistema Sentrycs es su capacidad para funcionar de forma manual o autónoma, lo que proporciona flexibilidad en función de la situación. Además, garantiza la ausencia de daños colaterales, lo que lo convierte en una solución segura y fiable para entornos penitenciarios.
El sistema también es capaz de distinguir entre amigos y enemigos, lo que permite a las prisiones utilizar sus propios drones sin interferencias. Esta función es especialmente útil para las prisiones que utilizan drones con fines de vigilancia u otros fines de seguridad.
Además de sus sólidas capacidades de detección y mitigación de drones, el sistema Sentrycs ofrece una valiosa recopilación de datos sobre la actividad de los drones, lo que permite a las prisiones comprender cuándo y dónde es probable que se produzcan intentos de contrabando y tomar medidas proactivas para evitarlos. La capacidad del sistema para localizar a los operadores de drones es una ventaja crucial, ya que permite a las prisiones identificar a los responsables de vulnerar la seguridad. Este conocimiento capacita a las prisiones para tomar las medidas adecuadas, exigir responsabilidades a los individuos por actividades no autorizadas con drones y tomar decisiones informadas sobre los ajustes necesarios en los procedimientos de seguridad y la asignación de recursos para mitigar eficazmente futuros incidentes.
Una de las grandes ventajas del sistema Sentrycs es que puede añadirse a la configuración de seguridad existente en una prisión. El equipo de Sentrycs trabaja estrechamente con cada prisión para asegurarse de que el sistema satisface sus necesidades específicas. Esto significa que cada prisión puede tener una solución adecuada para ella.
Con Sentrycs, las prisiones disponen de una poderosa herramienta en la lucha contra el contrabando. Es una combinación de tecnología punta, asistencia experta y el compromiso de mantener las prisiones seguras.
Conclusión
El panorama de la entrega de contrabando en las prisiones está cambiando rápidamente, impulsado por los avances tecnológicos. Como se demuestra en este artículo, el auge de los drones ha planteado un reto importante a la seguridad de las prisiones. Desde los métodos tradicionales hasta los enfoques de alta tecnología, persisten la creatividad y la persistencia de los contrabandistas, lo que exige contramedidas igualmente innovadoras y eficaces.
El creciente número de incidentes con drones en las prisiones de todo el mundo pone de relieve la urgencia del problema. Estos vehículos aéreos no tripulados, aunque diseñados originalmente con fines comerciales, se han apropiado de ellos como herramientas para actividades ilícitas, lo que agrava aún más el problema de los artículos ilegales en las cárceles.
Sin embargo, a medida que evoluciona el problema, también lo hacen las soluciones. La llegada de tecnología antidronesrepresentada por empresas como Sentrycsofrece una perspectiva esperanzadora sobre esta cuestión. El sistema Sentrycs, con su capacidad para detectar y neutralizar drones y distinguir entre amenazas y máquinas amigas, presenta una solución innovadora y viable a este problema en auge. Al integrar esta tecnología con las medidas de seguridad existentes, podemos crear un sistema de defensa de varios niveles equipado para hacer frente a los retos cambiantes que plantea la entrega de contrabando.
En conclusión, aunque es innegable que la tecnología de los drones ha complicado el problema del contrabando en las prisiones, es a través de los avances tecnológicos y las soluciones de seguridad innovadoras como podemos abordar y potencialmente frenar esta creciente amenaza. Se trata de una batalla dinámica y continua, que sin duda seguirá evolucionando a medida que surjan nuevas tecnologías. Por lo tanto, la vigilancia continua, la inversión en soluciones innovadoras y la cooperación entre los centros penitenciarios y las empresas tecnológicas serán vitales para garantizar la seguridad de nuestras prisiones.